"Muchos estados se solidarizaron con el Tíbet desde la invasión china. India acogió a la mayor parte de los emigrados y ofreció tierras para construir monasterios e establecer la nueva sede del Dalai Lama. Varios países europeos, Australia y Japón abrieron oficinas para alojar representaciones del Gobierno Tibetano en el Exílio. Nepal y Estados Unidos incluso apoyaron a la resistencia local con armas, entrenamiento y servicios de inteligencia. Sin embargo, ningún estado ha reconocido al Gobierno Tibetano en el Exílio. En cambio, todos han ratificado la soberanía china."
in Historia y Vida, nº481
Sem comentários:
Enviar um comentário